jueves, 26 de junio de 2008

Podemos !

Si...quizá lo veamos simplemente como el slogan de una potente campaña de comunicación que magnifica las expectativas y resultados de un equipo de fútbol. No siempre (casi nunca) las cosas salen tan redondas como hasta ahora en un campeonato de alto nivel. En el fondo, se conjugan una serie de factores que son la base del éxito: calidad, convicción, comunicación y complicidad. Es decir, ser bueno, creérselo, darlo a conocer y retroalimentarse de la energía del conjunto. Tambien al otro lado del Atlántico, el sr. Obama ("Yes, we can") parte de un planteamiento similar y de momento le ha servido para batir a una dura y experimentada rival. Por tanto, tenemos una lección que aprender que está en el origen de todo logro, la convicción de dar lo mejor de uno mismo. La autoconfianza llevó a los Turcos a las semifinales, a los italianos a ganar más de un mundial y a los españoles, por una vez,tan lejos como su calidad hacía suponer (a pesar de los más prudentes que entonaban el más conservador "se va pudiendo" o los más agoreros al grito de "Volveeemos !"
Trasladando este cúmulo de energías al mundo profesional y personal, y aunque no siempre (no nunca) dispongamos de potentes medios de comunicación como altavoz y tanta ilusión colectiva en nuestro favor, todo parte de la convicción en nuestras posibilidades como base de una sólida preparación. El trabajo y la confianza nos hace superar a rivales y retos superiores a nosotros en calidad (que no en ambición). Somos siempre nuestro principal enemigo y tambien nuestro principal valedor. Ser positivo e irradiar confianza, inspira en los demás energía similar en nuestro favornos. Si además, ellos también se benefician con ello, el círculo virtuoso estará iniciado y entraremos en el majestuoso (y escaso) estadio de nuestras vids en el que todo es posible.


Joan Clotet

viernes, 20 de junio de 2008

Fin de curso ?

Para todos aquellos que teneis hijos, o estais estudiando, o aún teneis fresco en la memoria lo que significa el mes de Junio, la frase "fin de curso" sabe a sprint final, a incertidumbre y trabajo de última hora, a exámenes, pruebas y selectividades, a balance, logros y fracasos.
Desde pequeños estamos acostumbrados a vivir en ciclos, sometidos al calendario de un curso, una temporada o un ejercicio fiscal y a recibir al final del mismo el premio o castigo a nuestros trabajo. Saber planificar adecuadamente el esfuerzo, asumir nuestras carencias y no pecar de exceso de confianza, emplearnos a fondo en lo que más nos disgusta o evitar las tentaciones en favor de un trabajo a tiempo o riguroso son retos de los que nunca nos vamos a poder liberar.
Pero finalmente, a pesar de las angustias, sobreesfuerzos, dudas, jefes y profesores, inalterablemente nos encontramos con nosotros mismos, con el resultado de nuestro trabajo de fondo, con el premio o el castigo a nuestros méritos y deméritos. Y así ocurre siempre. Reflexión, buenos propósitos, fugaces cambios de hábitos y finalmente, nosotros. A pesar de padres, profesores, exámenes y notas, jefes e informes, proyectos y balances, al final siempre estamos nosotros.
Con tantas personas preocupadas y ocupadas por nuestro rendimiento, nos olvidamos a veces de enfrentarnos a nuestra conciencia y tomar las riendas de nuestra asignatura, de nuestro proyecto, trabajo o de toda nuestra vida.
Deberíamos preguntarnos que esperamos de nosotros mismos y que somos capaces de hacer si estamos motivados y nos empleamos a fondo y con pasión. Quizá esta introspección honesta e individual nos haga encontrar nuestra motivaciones reales para conseguir lo que queremos. No te valores por tus notas o por los signos de aprecio o desprecio de tu jefe. Define qué quieres ser y trabaja para ello. Olvida a jefes y maestros y trata de no fallarte ni engañarte a ti mismo/a asumiendo tus limitaciones, explotando tus capacidades y encendiendo el motor de la motivación que te llevará directo hasta tus sueños. Si la meta es suficientemente atractiva, las barreras te parecerán estimulantes retos y sabrás seleccionar sabiamente a tus mentores. No esperes reconocimiento y buenas notas para valorarte. Esfuerzate y celebra los pequeños éxitos. Es a tí mismo a quien no debes fallar. Sólo así lo que está a tu alrededor volverá a encajar en positivo.
La vida no se limita a cursos, exámenes, notas o promociones. Mañana puede ser el primer día de un nuevo ciclo positivo y esto está principalmente en tu mano.

Joan Clotet

(Dedicado a un amigo desorientado)